Y LOS HOMBRES SE CREEN QUE NO SOY NADA

 

"Sin fin

yo hubiera caminado contigo".

Paul Auster







Me detengo esperando que no llegue nadie caminando y asuste a aquel pájaro que veo posado sobre el cartel, parece alegre y confiado, tranquilo, disfrutando del sol invernal, en su atalaya cerca del camino de madera que recorre las dunas donde yo me encuentro, su canto apenas perceptible no logra acallar el intenso murmullo de las olas del mar en su continua charla con la orilla, ajeno a ellas sigue ahí posado, me giro y no veo venir a nadie por el  camino, enciendo y acerco con calma la cámara a mi ojo, voy aproximando el zoom que tranquilamente va recorriendo la distancia que me separa del pájaro hasta aproximarme a él, como me gustaría acercarme más, sentirlo, casi tocarlo, sé, soy consciente que si lo hago, el saldrá volando, finalmente el objetivo me lo acerca, hago varios disparos, lo contemplo con calma, escucho a mi corazón latir con fuerza, el oído presiente un traqueteo de pasos que me llegan por la vibración de la madera, se aproxima alguien, sigo mirándolo, mi mente ojea en la memoria para encontrar en el archivo de pájaros que he visto, el nombre, de repente se detiene y me muestra una Bisbita pratense, puede, igual, quien sabe quizás, algunas dudas, se parece, si, se parece, creo que si; los pasos ya resuenan más cercanoa y más fuertes, casi ya los tengo a mi lado, dejo de mirar por el objetivo, me giro y los veo, al volver la vista veo a la bisbita alterando ya sobre las dunas, el cartel queda vacío de esa mota multicolor que lo adornaba, los pasos me rebasan y ni siquiera saludan a los míos que inician el camino hacía el cartel, casi juntos, pero tan separados, me detengo a contemplar el cartel, me sobrepasan ignorando nuevamente mi presencia y al verlos alejarse a mi memoria se viene un poema, un poema magistral de la inolvidable y añorada Gloria Fuertes que ella tituló "Pájaros".


Los pájaros anidan en mis brazos,

en mis hombros, detrás de mis rodillas,

entre los senos tengo codornices,

los pájaros se creen que soy un árbol.


Una fuente se creen que soy los cisnes,

bajan y beben todos cuando hablo,

las ovejas me pisan cuando pasan,

y comen en mis dedos los gorriones;

se creen que soy tierra las hormigas

y los hombres se creen que no soy nada.


Comentarios

  1. Precioso tu comentario, me veo reflejada, este verano después de muchos días observando un nido de Chochin y esperando con ansia la salido de los pájarinos van y salen justo en el momento que llega mi vecino muy animoso gritando mi nombre, casi me muero. Preciosas fotos. Besos

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    1. Uno siempre está expectante de que suceda algo así en cualquier momento y el corazón parece irse a la vez que el ave que contemplamos. Besos.

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  2. Muito obrigada por sua visita no Sedimentos, Carlos! Agradecida por poder direcionar uma visita em seu blog espetacular: aqui encontrei boa música, uma bela observação do precioso passarinho transcrita em tão detalhadas palavras… e uma deliciosa poesia!
    Um beijo

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    1. Obrigado también por tu visita y me alegra mucho que lo hayas disfrutado.
      Um beijo Teté

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