LA MADALENA

 



Aprieta el calor y ya es tarde, son casi las 11 de la mañana cuando salgo del pueblo, la ruta es corta y el día es largo, amaneció con cielos cubiertos y la niebla rondando la montaña, tardó en despejar pero la previsión es que la temperatura a lo largo del día rebasará los 35 grados. Salgo caminando por las calles de Santolaya hasta una fuente de agua cristalina donde cargo la botella de agua, desando un tramo el camino para acercarme al núcleo rural de El Brañuito para subir por el bosque, el camino se adentra en el frescor del bosque y me lleva hasta las cercanías de la aldea de Les Boiles.


Me gusta mucho este tramo de bosque, fresco y con los rayos de sol penetrando entre los árboles. Del camino salgo a la carretera que va a La Collá y ando un tramo por ella pasando por La Llorera hasta llegar al comienzo del sendero de ascensión al Monsacro o Madalena como la conocen aquí. Tomo el sendero que ya no me dará tregua hasta llegar arriba, en un primer tramo avanzo entre hayas, arces, abedules y robles... frescor. Poco a poco el sendero comienza a hacerse más vertical y se va elevando sobre el valle.


Como echaré de menos estas sombras entre árboles cuando esté por allí arriba, pero eso aún no lo sabía aunque algo empecé a intuir cuando abandoné el bosque y comencé el ascenso por esta ladera norte soleada y metro a metro iba notando el calor. Comienzan las revueltas del camino a un lado y al otro primero siguiendo las torretas de la línea de alta tensión y luego zigzagueando por un estrecho sendero que se precipita ladera arriba y que me muestra el valle, el pueblo del que salí... a cada paso más y más alto.


Me encuentro a un corredor que baja y se para a hablar conmigo, dice que allí arriba hace mucho calor y que tuvo que dar la vuelta, se le ve cansado, la verdad es que el calor aprieta y trato de evitarlo parando en las escasas sombras que me da el camino. Me entretengo con las flores y voy bien, el tramo de bosque me refrescó y aún no noto el calor sofocante, que lo hace, el agua sigue fresca y le doy pequeños tragos; disfruto de la primavera que me rodea, de las flores de montaña y es que aquí arriba todo va más lento y son muchas las flores que me voy encontrando en la subida.




El camino se encajona en un cambio de ladera y durante un tramo voy por la sombra y se agradece, así llego hasta la singular "silla del obispo" famosa porque un obispo que subía las reliquias para guardarlas en las capillas paró aquí a descansar, y en esa silla me paro, solo un instante a fotografiar el paisaje. Que pequeño se ve todo desde este mundo infinito de la montaña, sigo aún me queda y comienzo a notar el calor...


No se cuantos grados habrá aquí arriba, dicen que el calor sube y todo el calor de los valles se encuentra hoy aquí arriba, la humedad se nota y cada vez me paro más con la excusa de fotografiar flores, unos hermosos cardos y una joyita de la naturaleza, una orquídea salvaje conocida como Orquídea abeja (Ophrys apifera), como curiosidad os diré que es un poco tramposa, ya que simula ser un hembra de abeja imitando las feromonas femeninas de ellas para que los machos de abeja copulen con ella y así se lleven el polen en su cuerpo polinizando así otras orquídeas de la zona. Preciosa, muy hermosa.


Orquídea abeja


Finalmente y me costó os lo juro, los últimos metros fueron terribles, llegué al Mayau Les Capilles y me acerco hasta la de la Madalena buscando una sombra en sus cuatro paredes que no encuentro, aún así me apoyo en sus muros y desde allí contemplo el lago y el ganado revuelto a su alrededor buscando el frescor del agua, no corre brisa y mira que aquí arriba suele correr siempre algo de aíre pero no, nada de nada... me hidrato, el agua me refresca y sigo...


Desciendo un corto tramo y sigo un sendero que me va elevando sobre el Mayau en dirección a la segunda de las capillas, la de Santiago que se ve allí arribita colgada de la montaña, mi intención pasar por encima de ella y llegar al Picu Marieyu, luego ya veremos....



Lo bueno de caminar solo es que no tienes que esperar por nadie, ni nadie espera por ti, si estas cansado paras y si no caminas, hace ya tiempo que el sol calienta y de lo lindo, no hay sombras, ni árboles; y aún voy por un sendero en buenas condiciones que me acerca a la circular capilla de Santiago a la que no bajo y mira que lo siento, pero hay que economizar energía, el calor es horroroso...


Desde allí arriba veo la otra capilla, la de la Madalena, pequeñita, como yo en esta montaña, apenas un mota en este infierno de calor, pero sigo subiendo, mi mente piensa, arriba encontraré frescor, arriba encontraré frescor y lo que me encuentro es un caos, un caos de agujeros por los que subo y bajo hasta llegar a esta modesta cima el Marieyu y allí me quedo; bajo la mochila, bebo, como algo de fruta aún fresca y respiro el calor, pero de brisa nada de nada, naita...


Pienso y decido seguir por la cumbrera, un caos de agujeros, así que bajo siguiendo una pequeña senda del ganado y voy encontrando caminos, mejores y peores pero avanzo y finalmente llego a la pista ganadera, el calor es infernal y comienzo a bajar por ella, se de una sombra y quiero llegar a ella, pero aún me queda ir descendiendo por la pista hormigón Ada, pero cuando llego a la sombra me encuentro que está siendo usada....


Debajo de la sombra que da un tejo que nace en la misma roca de la montaña hay un rebaño de cabras y un mastín que al verme llegar sale a mi encuentro ladrando, yo vuelta no doy así que llegamos a un acuerdo, y paso sin mirarlo y el me ladra y al poco de girar la curva se vuelve hacía la sombra, no sabes cuando te envidio, le dije y allí se quedó en mi sombra, no me queda otra que seguir bajando hasta llegar a las cercanías del pueblo de Los Yanos, justo un metros antes entro en el bosque y ya a la sombra vacío de un trago la poca agua que aún me queda en la botella.


En los Yanos hay una fuente que dejo correr y relleno la botella de agua, en un banco a la sombra me siento, sombra y asiento, que placer de dioses, allí doy cuenta de un bocadillo, bebo y recupero fuerzas, vuelvo a rellenar de agua y me planteo el regreso, tenía pensando ir por la montaña pero no hay sombras, así que decido bajar por carretera hasta La Foz y luego ya iré viendo...


Y es que muchas veces es así, tienes la firme intención de ir por un lado y tienes que cambiar, son las dos de la tarde y el calor aprieta y bien, lo mejor bajar y buscar el alivio del valle, Paso por Otura por donde tenía pensado seguir para rodear la montaña y no entro al pueblo, sigo bajando por carretera entre sombras por el bosque hasta La La Foz.


Aún tengo tiempo para sentarme en un precioso banco al pie de la carretera entre la sombra de las hayas ya casi sobre el pueblo, bajo los últimos metros de carretera y llego al pueblo.


Y allí me doy un merecido premio, que mejor para paliar el calor que un helado y si es uno de avellana y chocolate blanco, mucho mejor, y comiendo el helado, que me dura poco, atravieso las calles del pueblo en dirección a La Puente. Y en ese núcleo rural cojo un camino que se adentra en el bosque y me sube por el frescor de los árboles hasta La Collá, el lugar al que quería llegar rodeando desde Otura.


Y en la Collá vuelvo a la carretera para bajar por ella hasta las cercanías de Figares y de allí a Calvín, todo entre sombra ya que la carretera desciende por el bosque, zigzagueante y me deja de nuevo en Santolaya y el primer termómetro que me encuentro marca 35 grados a la sombra. Que barbaridad!!!!


Me siento a tomar una sidra a la sombra, después de seis hora y cuarto más que merecida, fresca y rica. Pensareis que no merece la pena pasar tanto calvario, yo no os voy a llevar la contraría, pero todo tiene su premio, esa preciosidad de orquídea, la soledad de la montaña, el helado de La Foz y esta rica sidra al acabar la ruta.






Comentarios

  1. Te habrá costado, pero ha merecido la pena, CARLOS, vaya lugar más bonito, desde luego que has disfrutado bien de paisaje. Me han encantado las imágenes.

    Que estés pasando un feliz día.

    Besos.

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    1. Siempre merece la pena, la montaña da más que quita. Me alegra que te haya gustado.
      Buen fin de semana para ti.
      Besos

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  2. What a lovely place to take a walk, Carlos! Your photos are very beautiful!
    I would like to thank you for your visit and comment on my blog, wishing me a Happy Birthday! It really means a lot to me.

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    1. You're welcome, Linda. It's a pleasure to visit your blog, and I hope you had a wonderful birthday. Hugs and have a great weekend!

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  3. Carlos, un recorrido agotador pero hermoso, estar ahí solo con la naturaleza y la belleza que te brinda son momentos inolvidables.
    Disfrute contigo de este recorrido espectacular.
    Que pases un hermoso día.
    Besos

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    1. El esfuerzo, la soledad, la naturaleza y todo el recorrido de disfrute completo e inolvidable.
      Me alegra que te haya gustado.
      Buen fin de semana.
      Besos

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  4. Realmente imagino que lo
    disfrutaste mucho, la soledad
    a veces nos hace bien mi amigo,
    te purificas por dentro y en ese ambiente,
    maravilloso.

    Besitos dulces

    Siby

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    1. Siempre se disfruta en la naturaleza y más en completa soledad, ella sabe recompensarnos siempre.
      Besos

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