EN UN DIA DE LLUVIA

 

"Algunos caminos hermosos no se pueden descubrir sin perderse".

Erol Ozan




Llueve, camino en silencio, con la cabeza oculta bajo un capucha que ya no puede contener tanta agua, por mis brazos discurren dos torrentes paralelos de agua que se asemejan a dos pequeñas cascadas que se precipitan hacía un suelo completamente cubierto de agua, los caminos de tierra ahora son pequeños arroyos que discurren ladera abajo, mis botas chapotean incasables en el agua después de tantos días din disfrutarla, la tierra se empapa después de una larga espera y todo a mi alrededor es humedad...


... ese olor tan intenso de la tierra mojada, de los charcos que son espejos que reflejan lo que me rodea, del silencio repentino de los pájaros, de los torrentes que se precipitan ladera abajo, casi a la vez que yo lo intento, navegando como lo haría un barquito de papel en un mar surcado de olas, voy dando tumbos de un lado al otro en un vano intento de mojarme menos, aunque mis botas y yo deseamos que sea más y obviamos lo seco para penetrar en ese mundo de humedad que tanto nos complace...


... y alzando la cabeza en la oscuridad de la capucha contemplo el cielo, que veo reflejado en los torrentes de agua y las nubes que siguen descargando sobre mi, aunque tal vez, no sea yo el destinatario, sino el camino en el que me encuentro, estos bosques, estos arroyos, los ríos a los que descienden, yo mero espectador de este chubasco inesperado y disfrutador del camino que recorro que más puedo pedir...


... y de repente la lluvia cesa y el camino se bifurca y son mis botas las que sin yo pensarlo eligen el destino y se van ladera arriba por un estrecho caminito que galopa por la montaña y aquel camino que parece perderse en la nada me regala una vista majestuosa del lugar en el que me encuentro, me detengo y contemplo, contemplo y me quito la ropa mojada, me quito la ropa mojada y comienzo a seguir su zigzagueo constante en la ladera y repentinamente baja...


... baja y contemplo el musgo cubriendo las piedras de una pequeña construcción y al otro lado más musgo  y un puente de madera, ambos mojados por la lluvia, árboles, un pequeño arroyo y el murmullo parloteador de una cascada que silencia los latidos de mi corazón que admira la belleza de este lugar al que me condujo aquel camino, aquí detengo mis pasos, admirado de contemplar tanta belleza, al otro de lado del puente continúa el camino, ¿vamos? vamos, responden mis dos botas a la vez...


... y aquel camino seguía el arroyo o ¿era el arroyo el que seguía el camino? esa mutualidad me fue regalando preciosos instantes de contemplación infinita, bajo las gotas omnipresentes que descargaban en mi las ramas de unos arboles engalanados de musgo, llegué hasta una poza con una pequeña cascada, un pequeño petirrojo luchaba por hacer que su canto prevaleciese sobre el rumor de la cascada, merecía la pena quedarse allí admirando la fuerza de aquella pequeña ave por hacerse oír y tal vez por mi insistencia en quedarme compuso la mejor de sus melodías y cuando finalmente se alejó orgulloso de su canto mis manos se precipitaron en unos aplausos enmudecidos por el rumor del agua al precipitarse por la cascada...


... y de repente el camino volvió a alejarme del río, tejiendo sus curvas y contracurvas por la ladera de una nueva montaña, intentándose en pequeños bosques y escondiéndose en otros más grandes, asomando entre las rocas y bajando nuevamente hasta volver a encontrarse con el río y justo en ese momento comenzó a llover de nuevo, las fuertes gotas precipitaron mi carrera, cruce el puente y busqué refugio en el más cercano de los dos molinos, el agua caía alocadamente sobre las tejas, me senté en el suelo de madera apoyado en la vieja piedra que no hace mucho molía el trigo y cerré los ojos, que inmenso placer dormirse en un lugar así.


Al día siguiente, lucía el sol, caminé los últimos metros de aquel precioso camino que me separaban de lo que llamamos civilización y a medida que me acercaba recordaba aquellas palabras que pronunció el montañero francés Maurice Herzog: "la soledad en la montaña es el medio para encontrarte a ti mismo", ¡¡¡que gran verdad!!!.



Comentarios

  1. Hermoso recorrido. Me ha encantado.

    Besos.

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  2. Hermoso recorrido donde el alma se llena de paz, las imágenes y tus letras invitan a seguir ese maravilloso paseo donde uno se descubre tal cual es.
    Maravilloso post.
    Que tengas un feliz fin de semana.
    Besos

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    1. La naturaleza siempre lo transmite y llega a ese alma. Me agrada que te haya gustado y lo hayas disfrutado así.
      Buena semana para ti, besos.

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  3. What a lovely place for a walk. Beautiful photos. ❤️

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    1. A beautiful place to walk. Nature always gives us places like this for our enjoyment. Greetings and a hug, Linda.

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