EL MAR ES...

 

El mar es

el Lucifer del azul.

El cielo caído

por querer ser la luz.

Federico García Lorca

Desciendo las callejuelas de aquel pueblo blanco, las calles iluminas por un sol radiante que enguapece aún más el blanco de sus fachadas, en ellas se reflejan sombras, incluida la mía, también las de las plantas que adornan sus paredes y la de las gaviotas vuelan sobre el suelo mientras ellas allí arriban  revolotean sin parar sobre los tejados de las casas; la calle, aquella calle me va descendiendo entre el blanco para llegar a la intensidad de ese azul, o más bien diría a los azules, porque lo que mis ojos ven son tantos tonos de ese azul que bien parece que un pintor los hubiese pintado como recién sacados de su paleta; aquella mar, y esa calma, las nubes también detenidas embelesadas, como yo que me quedo parado sobre la tibia arena calentada por el sol, mis pies descalzos desciende casi grano a grano de esa arena y mis huellas van quedado  sobreimpresionadas a mi espalda, busco la orilla, la frescura de esa agua, que las olas me asciendan y desciendan como hacen con la orilla y me siento justo en la orilla, mirando como las olas infatigables vienen y van, el murmullo del agua, el canturreo de las gaviotas y a mi mente se vienen aquellos versos que un día escribió el genial Alberti:

¿Por qué me trajiste, padre,

a la ciudad?

¿Por qué me desenterraste

del mar?