LA LIMONERA

Gonepteryx rhamni, Limonera

Hace ya unos cuantos días que la primavera juega a coquetear con el invierno y él parece  contemplarla impasible adornando sus reinos, cubriendo los verdes campos con sus flores, alegrando sus días con el alegre canto de los pájaros, aunque él a veces refunfuña, se estira y la regaña dejando días lluviosos, fríos, desapacibles, ventosos para recordarle a la alocada primavera que aún es él quien nos gobierna en este mes de febrero que se acaba, aunque ella terca, insistente vuelve a tranquilizarlo y le regala días repletos de soles que hacen que de todos los rincones surjan más y más flores, luz, color, aromas ya casi primaverales. 

 Y para acabar este mes de febrero un regalo de esta incipiente primavera cuando aún en los caminos sobreviven algunas hojas otoñales con las que no han podido los vientos y que siguen aún crujiendo bajo nuestras pisadas y que tiñen de ocres los verdes caminos, en una de ellas quiso una limonera madrugadora posarse para tomar el sol, ese hermoso sol que nos acompañó en uno de estos días de febrero.