Y SUCEDIÓ QUE....
La niebla desciende casi a la vez que comienza el día, tan lentamente que parece la mar replegándose en una de sus playas, sobre el cielo rojos y azules comienzan a mezclarse....
y en la ladera contraría detrás de las montañas sumidas en completa oscuridad comienza a elevarse un sol, un sol que calentará el valle que ha enfriado la noche...
y ese sol hace que la niebla se repliegue y descienda hacía los valles, mientras comienza a iluminar la montaña...
y sobre ella en un lugar tranquilo uno de los machos que ha estado berreando toda la noche se encama, allí esperará la llegada del atardecer mientras se recupera de la larga noche....
aunque alguno aún sigue berreando y mostrando en su costado las heridas de algún que otro encuentro con un macho rival, aún así él persiste en su berrea...
y al otro lado entre las sombras que oculta la montaña un macho contempla el bosque, el enorme bosque de hayas de donde surgen más atronadores gritos de los machos....
mientras las nubes quieren competir con este singular espectáculo y continúan cubriendo los valles, deslizándose por los recovecos de las montañas, subiendo y bajando tan lentamente como la marea...
orgulloso, henchido, bravo, desafiante, altivo, así se muestra este macho justo antes de descender ladera abajo tal vez en busca de otros machos para entablar pelea...
y ya en el bosque, entre las hayas, se les sigue escuchando y sobre ellas se deslizan corriendo algunos machos, las hayas les cubren, les guardan, les protegen....
por los caminos del bosque, pisando las hojas de otros otoños y las ramas caídas, entre ellas empiezan a escucharse dos ciervos berreando, uno por encima, el otro por debajo....
y finalmente se juntan para salir del hayedo, tal vez para retarse o tal vez para caminar juntos antes de volver a entrar en el bosque y separarse para continuar con su berrea...
y os preguntaréis que es de ella, ellas las ciervas permanecen en los valles, ocultas entre los altos helechos y entre el piornal, esperan, inquietas...
y en el piornal la fría noche ha dejado visibles las muchas telas de araña...
y la luna se muestra en un hermoso cielo azul, curiosa quiere seguir contemplando el espectáculo impresionante que es la berrea de los ciervos.
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El Dalai Lama dijo una vez "una vez al año ve a algún lugar en el que nunca hayas estado antes" y llegó la hora de viajar, de conocer, de descubrir, de vivir nuevas aventuras, de descansar un poco como ya sabéis a mi manera. Durante un tiempo os dejaré con lo que ya está escrito y aprovecho para agradeceros a tod@s los que os pasáis por aquí mi gratitud, mi gratitud por vuestras palabras, por vuestras visitas y por estar ahí.
Muchas gracias y hasta la vuelta
ah y por si me lee, felicidades Bruce!!!!
















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