CASUALIDADES
Y una de esas casualidades hizo que en el preciso instante en el que yo ya tenía enfocado el escenario ideal para mi fotografía ella se pasease sobre mi puente y abriese su paraguas de color azul, no fue casualidad que la lluvia nos acompañara, tampoco lo fue la elección ya que el puente, el musgo, el viejo molino, los árboles y la fuerza del desbordado río Duje habían quedado conmigo para que les inmortalizara juntos, si fue casualidad que aquella mujer que no dejaba de pasear por el puente con su anorak amarillo y su paraguas azul se cruzase en nuestra escena y como mi cámara no es remilgosa quiso incorporarla al atrezzo y así a aquel lugar envejecido por el paso de los años ella le puso su nota discordante de color.
Y de este mes de abril que nos deja no me gusto nada pero nada de nada que me robase a Manolo Tena...




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