PESCANDO EN EL PAISAJE

 

"La niebla oscurece lo conocido e invita a la imaginación a llenar los vacíos con sus propios secretos".

Edgar Allan Poe

Néboa, niebla... es cierto que la niebla pesca, pesca en el paisaje y lo convierte en algo etéreo, misterioso, mágico, muy mágico; una vez leí que la niebla escondía el mundo y es cierto que lo hace, nos lo oculta, pero lo hace para embellecerlo aún más; dentro de ella, su humedad se cuela en cada uno de los seres que la habitan, árboles, musgo, plantas, flores, animales... y hasta yo mismo dentro de ella; el mundo sumergido en niebla es un sueño, es silencio y también es incertidumbre. A mi me gusta caminar cuando hay niebla, es una invitación a imaginar, nos esconde lo que nos rodea, siempre envuelta en un halo de misterio. Recuerdo que fue Lovecraft quien decía que la niebla agregaba un elemento de intriga a lo cotidiano, haciendo que lo ordinario parezca extraordinario; Que frase tan cierta, que gran misterio recorrer los caminos que tus botas conocen de memoria envuelto en ella, la sorpresa inesperada, envuelto siempre en un mundo de magia e imaginación.

Cuidado co a néboa, decía mi abuela, cuando al asomarse a la puerta de la casa veía la niebla acercándose a ella en aquellas mañanas frías, al sacar el ganado para ir a pastar al bosque, recuerdo aquel poema que nos recitaba mientras nos despedía:

"A néboa é un trasmallo

para pesca-lo paisaxe:

Alpendres e xuvencas

rásganse nil o traxe".

"La niebla es un trasmallo

para pescar el paisaje:

Cabañas y terneras

se rasgan en ella el traje"

El poema lo escribió Francisco Vega Ceide (Francisco de Fientosa)